Ética de la empresa, capítulo 3. Marco ético - económico de la empresa moderna.
Autor Original: Adela Cortina
Fecha original: 2008
Link del capítulo: https://drive.google.com/file/d/1EiQrBVSNeph38djy9hATXbTX_ZgB5edd/view?usp=sharing
Palabras clave: Ética económica, ética de los negocios, justicia económica, código ético, capitalismo, capitalismo moderno.
Fue costumbre durante mucho tiempo para las personas que no participaban directamente de las actividades productivas empresariales, e incluso para las que sí, concebir a las empresas solamente como fuentes de ingresos, y explotación de bienes y personas. Sin embargo, esto era común antes de que la modernidad o en otros ámbitos llamada contemporaneidad, llegara para modificar aspectos relevantes de todos los entornos, incluido por supuesto el entorno económico y empresarial. ¿Cómo podríamos identificar estas modificaciones? En el capítulo 3 del libro ética empresarial, Marco ético económico de la empresa moderna, realiza un recorrido sobre temas relacionados a la ética económica, ética de los negocios, justicia económica, entre otros, en los que se puede visualizar el cambio de sus dinámica en tiempos pasados y la modernidad.
En primer lugar, es necesario especificar que según la autora, la ética económica se refiere en términos generales a la relación entre economía y ética, y en términos específicos a las reflexiones sobre la ética del capitalismo. Por otro lado, la ética empresarial o de los negocios, se centra en concebir la empresa como una organización económica y una institución social. Pero, ¿cuál es la diferencia entre ellas? La organización se centra en unificar esfuerzos liderados, en pro de un objetivo como por ejemplo, ganar dinero. Caso contrario es el de la institución, pues generalmente actúa en pro de causas sociales. Ambas denominaciones articuladas al capitalismo, conforman el equilibrio constructivo necesario para acoplarse a las dinámicas de la modernidad.
Contrario a muchas opiniones, considero que el capitalismo no es malo, pues gracias no a su mejora sino a su transformación, se ha convertido en un instrumento de progreso técnico y social. Lo mismo sucede con el papel de la empresa en la actualidad, que ha dejado de ser la cima de la lucha de clases, para convertirse en gestión y estrategias de innovación en beneficio de todos. El auge de empresas en pleno capitalismo moderno, constituye un nuevo estilo de vida basado en el interés propio. El interés de mejorar la situación propia, es una gran fuente de beneficios para la sociedad, pues en congruencia con la autora, impulsa a crear, innovar y asumir riesgos.
Sin embargo, para que esto sea posible, debe reconocerse que en el capitalismo es necesaria la ética, pues favorece la integración social y contribuye a la eficiencia económica. Si existe un código ético en las empresas, facilita el mejor actuar de todos sus miembros; cada uno querría actuar bien por el simple hecho de que todos lo hacen, generando así un ambiente positivo y constructivo desde todos los puntos de vista. De no implementarse, ocurre lo que sucede hoy en muchas organizaciones, que uno solo tiene miedo de actuar bien moralmente, por temor a ser el único.
En conclusión, el éxito de la actividad empresarial en medio del capitalismo moderno, está en tomar en cuenta todos y cada uno de los aspectos relacionados a ella; sus fines, objetivos, contratos e intercambios, enmarcados en códigos éticos coherentes, estructurados y aplicados por todos. Todos estos aspectos, son decisivos para ser eficaces, y articulados de esta manera permiten clasificar las empresas auténticamente humanas y con una dimensión de comunidad.